miércoles, enero 30, 2013

Imágenes Reanimadas, texto de Manuel Márquez.


El Arte de Resucitar Fotografías


En su calidad de objetos en el mundo, las fotografías son propensas a varios destinos. Algunas son resguardadas en bóvedas con humedad y temperatura controlada, cuidadas de todo agente externo que las pueda dañar, tratadas religiosamente cual reliquias con un aura mágica. Otras, la gran mayoría, caen en desuso rápidamente: son olvidadas, perdidas, o destruidas. Terminan en hogares o instituciones, habitando inertes rincones escondidos, álbumes, cajas o discos duros.

Charles Mereweather comenta que "una de las características que definen a la era moderna es la creciente importancia que se le ha dado a la figura del archivo como medio a través del cual se acumulan, resguardan y recuperan el conocimiento histórico y las formas de remembranza."[1] El arte de archivo surge de la incesante producción y acumulación de imágenes en el mundo. Esta práctica contemporánea utiliza imágenes dentro de archivos institucionales, familiares o personales para su recontextualización y reinserción al mundo. Las motivaciones de este género suelen ser el dar visibilidad a documentos olvidados o ignorados, cuestionar la autoridad que el concepto de archivo representa, o simplemente desarrollar narrativas o trabajo plástico a través de imágenes que ya existían en el mundo. En un nivel personal, el acto de resguardar y coleccionar imágenes suele ser un acto nostálgico, instintivo, y en muchas ocasiones arbitrario. El coleccionar muestra nuestros apegos y obsesiones alrededor de las fotografías.

En un ejercicio con un alto grado de arbitrariedad, los que aquí participamos desenterramos y reanimamos imágenes que estaban en desuso dentro de archivos personales y familiares con estas motivaciones en mente. Este experimento sacó de su letargo a las imágenes fotográficas aquí presentadas, dándoles una visibilidad que no habían disfrutado en años. Las obras resultantes abarcan desde  lo testimonial y documental, hasta lo ficticio o lo meramente plástico. Aunque en su momento no fueron tomadas con la intención de ser arte, estas imágenes sirven ahora para crear nuevas narrativas. En estos nuevos objetos creativos podemos ver como en esta época, caracterizada por la sobrepoblación de imágenes, tal vez ya no necesitamos activar el obturador para comunicar una idea fotográficamente. Hoy en día, es muy probable que la imagen que necesitamos, visualizamos o deseamos crear para expresarnos tal vez se encuentra en algún cajón, un disco duro o en la red, esperando paciente y silenciosamente a que la encontremos y resucitemos.
           

Manuel Márquez

México, DF. Enero del 2013.




[1] Mereweather, Charles, ed. The Archive: Documents in Contemporary Art. (Cambridge:MIT Press, 2009), 10.